El silencio del asesino

FITXA
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Títol: El silencio del asesino
Autor: Concha López Narváez
Il•lustrador: -
Edició: Editorial Planeta, 2012
Edat: de 10 a 12 años
Temàtica:


RESSENYA
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Planeta recupera en la colección Cuatro Vientos esta historia que parece proponer un salto al cine (especialmente a las películas clásicas de juicios como “Testigo de cargo” o “Anatomía de un asesinato”) o la posibilidad de los chavales de descubrir y disfrutar del género policial. El libro se había publicado anteriormente en varias colecciones y editoriales (la más antigua que he encontrado, Espasa Juvenil 2001).

La trama es, como decía, tan clásica que parece sacada de una película de los años 50: un accidente revela los restos enterrados de una mujer en el jardín de su casa, y todo parece indicar que su marido fue el asesino. El libro se desarrolla casi íntegramente durante el juicio: a causa de la negativa del acusado a pronunciar palabra (de ahí el título de la novela) más allá de declararse inocente, iremos descubriendo las historias que esconden no solo los personajes protagonistas, sino también algunos de los secundarios. Con una ambientación atemporal (gran parte de la novela se lee sin necesidad de saber muy bien en qué época está sucediendo lo que leemos) y un lenguaje directo, sencillo, un pelín “tópico” pero efectivo, se trata de una novela de fácil lectura y que deja buen sabor, especialmente al descubrir la sorprendente resolución final.

Siempre me alucina la capacidad de los autores que se dedican a este género de encontrar la manera de redondear las historias, de encontrar una explicación a lo inexplicable, y de hacer que suene plausible y el lector diga “¡¡por supuesto, eso era, cómo no se me había ocurrido a mí!!”. Concha López Narváez lo consigue: quizá les resulte una lectura un tanto banal y simplona a los lectores más expertos, pero no olvidemos de que se trata, ni más ni menos, de una digna puerta de entrada para los lectores recién llegados. Una manera de “catar” un género para saber si queremos seguir por ese camino, pasando a obras con más sustancia, o no es para nosotros y preferimos seguir por otros derroteros.