Abecedario hecho con letras

FITXA
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Títol: Abecedario hecho con letras
Autor: Carlos Rubio
Edició: Litera Libros, 2018
Edat: a partir de 6 años
Temàtica: letras, abecedario, tipografía


RESSENYA
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A Carlos Rubio lo conozco por otros libros de la editorial valenciana Litera que han pasado por mis manos (el último del que hablé por aquí fue el A J/Fuego lento de Mar Benegas), y aunque en algunos de esos libros se esconde en el papel de diseñador, sabemos que sin su “toque” esos libros no serían como son (que quizás sea una perogrullada dicho así, pero quiere venir a ser un cumplido; vamos, que me gusta mucho como son esos libros y si son así no sólo es porque sus autores sean maravillosos, sino también porque Carlos Rubio está detrás de ellos) (vaya lío; empezamos bien...)

En este “Abecedario hecho con letras” (que también viene a ser una perogrullada de título, si lo piensas. ¿O no? ¿Se puede hacer un abecedario con algo que no sean letras? Voy a pensarlo un rato y luego sigo…)

Bueno, no he llegado a ninguna conclusión. Los abecedarios son todos de letras por definición, pero sí que es verdad que a veces se aprovechan palabras que empiezan con una determinada letra y se ilustran dibujando esas palabras y las letras aparecen en un segundo plano; también hay abecedarios en los que ni siquiera aparecen las letras, sino solo las ilustraciones. Pero no es el caso de este, que está, REALMENTE, hecho con letras. Está tan hecho con letras que es que ni siquiera hay otra cosa en todo el libro. Letras, letras, letras… letras a las que les pasan cosas, que dicen en la web de Litera.

Como buen abecedario, empieza por la A y acaba por la Z (como bibliotecaria, aprecio y agradezco mucho el orden alfabético), y en cada doble página nos encontramos a cada una de las letras, a la izquierda en minúscula y a la derecha en mayúscula, haciendo cosas: lloran porque están tristes, se esconden porque son vergonzosas, se dan atracones navideños, incluso - ejem - “practican el coito” (¡que no lo digo yo, que lo dice el libro!). Las enes mayúsculas son quizás las que menos hacen porque están tumbadas durmiendo, pero el resto están todas ahí, sobre todo imitando, para que el lector se maraville con la versatilidad de las letras: sirven para escribir, ¡pero también para dibujar!

No os voy a contar mucho más. El libro es precioso, encuadernado en tela rosa (da mucho gustito tocarlo), y podéis ver alguna página aquí. Pero os aviso que sólo vais a ver letras: letras en blanco y negro haciendo cosas.

Un gran libro para leer, para reír, para jugar y para tocar (pero en la librería solo un poquito y con discreción; mejor comprarlo y llevarlo a casa para apreciarlo en todo su esplendor).

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