La chica de Marte

FITXA
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Títol: La chica de Marte
Autor: Tamara Bach
Il·lustrador: -
Edició: Madrid: Siruela, 2009
Edat: a partir de 12 años
Temàtica:


RESSENYA
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“Nunca en mi vida he sido nueva. Todos me conocen. En algún momento de nuestras vidas hemos jugado juntos o nos hemos peleado. Evelyn fue la niña con la que jugaba en la arena, luego nos hicimos amigas de Katrin y poco después ya no se juntaban conmigo, así que empecé a juntarme con Christian y Maja, y más tarde dejé de hacerlo. La verdad es que daba lo mismo. Todos me conocen, no soy una sorpresa para ninguno. Voy a imaginarme que soy de Marte y que llego a esta ciudad, que no es una ciudad sino una mancha en ninguna parte, en un planeta en el que he aterrizado sin querer. Voy a imaginarme que no conozco las calles.”

Y es cierto, Miriam no es nueva. Miriam somos todos. Miriam fui yo, y seguro que fueron muchos de ustedes. ¿O acaso no hay nadie que no se identifique con el párrafo anterior? No se dejen engañar: hay quien les dirá que “La chica de Marte” es un libro sobre una historia de amor lésbico-adolescente, como lo eran Fucking Amal o tantas otras historias. Pero no es cierto. Bueno, sí lo es, pero no sólo es eso. Ante todo, es una historia sobre la adolescencia. Sobre la música, los estudios, las amistades, los padres, las dudas, las sensaciones desconocidas, el amor... y, sobre todo, sobre cómo nos sentimos al pasar por todo ello. “La chica de Marte” es ante todo un libro emocionante (= lleno de emociones), y un libro que habla a todos. Un libro para desarmar a los más estrictos defensores de la moral. Un libro para sentirse arropado, para saber que no estás solo. Un libro para recordar o para desear.
No es un libro ñoño. Lo que es un coñazo es un coñazo aquí y en casi todas partes, y sobre todo si tienes 16 años. Tampoco es un libro verborreico. “[El amor] Es dulce, duele y es bueno,” dice Miriam en un momento. Así que yo tampoco voy a serlo (aunque no sé si ya sea demasiado tarde...). Recomiéndenlo. Léanlo. Para despertar un poco. Para volver a tener 16 años e imaginar que acaban de llegar de Marte.