Diapasón

FITXA
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Títol: Diapasón
Autor: Laëtitia Devernay
Il·lustrador: Laëtitia Devernay
Edició: Océano Travesía, 2012
Edat: adults, sense exclusió d’infants de qualsevol edat
Temàtica: música


RESSENYA
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Diapasón és un àlbum sense paraules que desenvolupa amb detall la metàfora de la música com un bosc viu (convocat a la vida per un director d’orquestra). En altres idiomes ha rebut altres títols més clars, però menys adequats al seu estil, que aposta pel suggeriment: El director d’orquestra (en anglès) o l’insuls Concert d’arbres (en italià).

És dels àlbums més macos que he vist recentment (em fa pensar en un Korokoro, per exemple) i, del que recordo, el més expressiu sobre el poder de la música. Al meu parer demana a crits una adaptació en format d’animació, on, si es mantingués l’estil, brillaria amb una força molt particular. En el format d’Océano, les pàgines són incòmodes de passar; en el format francès original, d’acordió, és gairebé impossible d’abastar (són 72 pàgines!). Però, si us agrada la música, si la viviu amb veritable emoció, no us el deixeu perdre.

Casualidad

FITXA
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Títol: Casualidad
Autor: Pepe Monteserín
Il•lustrador: Pablo Amargo
Edició: Barbara Fiore, 2011
Edat: a partir de 10 años
Temàtica:


RESSENYA
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Detrás de este imponente (por su tamaño, formato y estética: 43 cm de alto por 14 de ancho, aproximadamente; tapa dura, sobrecubierta; elegante silueta en negro en la portada, presagio de las ilustraciones de Pablo Amargo en su interior) álbum de título nada casual, se esconde la poética historia de amor entre el narrador, habitante de Ventoso, y una chica llamada Racha, y como una casualidad se metió en sus vidas. Y a pesar de que ese sea el hilo argumental principal del libro, más páginas ocupa la descripción de este pueblo, Ventoso, en el que los árboles crecen torcidos y los niños solo saben jugar a hacer volar cometas.

El lenguaje de Monteserín escueto pero preciso (y precioso), nos presenta con pocos pero escogidos detalles el entorno y la relación entre los dos personajes, mientras las ilustraciones de Pablo Amargo son tan serias y sobrias que ayudan a restarle “azúcar” al texto y actúan de contrapunto perfecto. Y además, aportan una gran personalidad al conjunto. Me explico: mientras que en otros álbumes las ilustraciones parecen secundarias, acomplejadas, acompañando al texto sin atreverse a decir “¡Eh, miradnos! ¡Estamos aquí!”, las de Amargo en este caso me parecen valientes, atrevidas, una apuesta muy personal y que forman parte del libro tanto o más que las palabras de Monteserín.

No paro de preguntarme qué pensará del resultado final de su texto. ¿Le habrá gustado? ¿Se lo imaginaba así? Porque, yo, no lo imagino de ninguna otra manera...

PS1: Me encantan las páginas de veletas, cometas y molinos de viento. También me gustaría saber la historia detrás de ellas...