Quién tiene miedo

FITXA
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Títol: Quién tiene miedo (Qui té por)
Autor: Pere Vilà i Barceló
Il•lustrador: Sergio Mora
Edició: Barcelona: La Galera, 2011
Edat: de 3 a 6 anys
Temàtica: pors nocturnes

Premi Hospital Sant Joan de Déu, 2010

RESSENYA
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La publicación del ganador del Premi Hospital Sant Joan de Déu (que se edita tanto en catalán como en castellano) es siempre un acontecimiento. Personalmente lo sigo desde “El nen gris” i “L’home del sac”, pero ya algunos títulos anteriores (“Ioshi i la pluja” o “Sóc molt maria”) son títulos imprescindibles (algunos de ellos desgraciadamente descatalogados, aunque todavía grandes tesoros de nuestras colecciones bibliotecarias); y títulos más recientes como “En Faiquè” o “Per un botó”, los ganadores de las dos últimas ediciones, siguen estando a la altura, lo cual demuestra la buena salud de la creación de nuestros autores, y el espléndido trabajo posterior de los ilustradores a los que se encarga acompañar a los textos.

A pesar de todo ello, siempre hay libros de más y libros de menos. Así como “En Faiquè” me dejó sin habla (por la sencillez y redondez del texto, y por el espectacular trabajo de Arnal Ballester ilustrándolo) y en cambio “Dos fils” no acabó de calarme muy hondo (y tranquilos que me voy por las ramas pero ya voy al tajo), este “Quién tiene miedo” ha sido de los que me han dejado un poco más fría de lo que me gustaría, por dos razones que intentaré explicaros a continuación.

Primero: la historia no me ha parecido especialmente atractiva, ni el texto posee ninguna cualidad que lo haga destacar por encima de otros tantos. El protagonista es un niño al que sus padres van explicando diferentes hechos cotidianos “inventando” criaturas fantásticas que le atemorizan: los ruidos nocturnos provienen del “vigilante de las paredes” que se preocupa de que él se encuentre bien y de avisar a sus padres si necesita algo; el “duende de la lavadora” que tiene un solo pie y por eso a veces deja desparejados los calcetines; la pelusa que vive debajo de los muebles... Hasta que un día un suceso que no desvelaremos provoca que todos estos seres, a priori fantásticos, se conviertan en reales y acudan a rescatar al niño que está en peligro. Si vas a hacer un libro sobre un tema del que ya existe una extensa bibliografía (y además excelente: “Encender la noche”, “De verdad que no podía”, “Scric scrac bibib blub”, entre otros), más vale que tengas realmente algo importante que decir... A mí no me gustan los libros “porque sí”.

Segundo: el texto deja muy poco margen a la ilustración para hacer su trabajo: ya lo contiene todo por sí mismo! Me declaro una gran fan del trabajo de Sergio Mora; me gusta mucho su estilo “retro”, y reconozco que el libro sale beneficiado con sus ilustraciones, pero aparte de recrear una cierta atmósfera aire años 50 (además con estas ilustraciones que parece como si tuvieran que ir acompañadas de unas gafas de visión 3D), puede hacer poco más que acompañar... El texto no necesita de la ilustración, y así la ilustración se convierte en accesoria... igual que es accesorio que las guardas estén hechas con una textura que quiere imitar una pared para que podamos hacernos nuestros propios efectos sonoros y darnos dentera frotando las guardas entre sí. Y no es que no me guste... de hecho, aprecio que un libro esté bien diseñado (y este claramente lo está), pero cuando además todo eso aporta un significado que se perdería de otro modo... entonces es cuando ya no se puede pedir más.

Y no se vayan a creer: a pesar de todo me parece un buen libro. Un muy buen libro (de 3 sobre 4), pero se ha quedado a un paso.