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Títol: Qué blanca más bonita soy
Autor: Dolf Verroen
Il·lustrador: -
Edició: Salamanca: Lóguez, marzo 2007
Edat: de 10 a 12 anys
Temàtica: esclavitud
Puntuació: 3 de 4
RESSENYA
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“Qué blanca más bonita soy” no se anda con rodeos: es directo como un puñetazo. Y duele, pero así es la historia. El autor, Dolf Verroen, se inspiró en unas visitas que realizó a África (concretamente a Suriname y Ghana) para escribir la historia de Maria. Así lo explica en el epílogo. Maria es una niña blanca que acaba de cumplir doce años. Poco más sabemos de ella: ni en qué época vive ni en qué país, pero tampoco importa. Lo que importa, y sobre todo le importa a Maria, que es quien nos habla, es que para sus cumpleaños el mejor regalo que le han hecho ha sido su propio esclavo, Koko.
A lo largo de 40 cortos episodios, escritos en forma de verso no rimado, con frases cortas y directas, Maria, como si fuera un diario, nos va contando su vida. Cómo se porta Koko, las visitas de sus tías y los problemas con sus esclavas, la enfermedad del abuelo, que le van a poner una institutriz para enseñarle geografía y matemáticas, cómo su padre mira a la nueva esclava, joven y guapa y cómo sufre su madre... Maria nos lo cuenta todo con su voz de niña de doce años.
Habrá quien piense que en ocasiones es excesivamente crudo:
[Habla una de las tías de Maria]
El niño de mi esclava estaba también
siempre berreando...
Insoportable.
Yo le había dicho algo tres veces,
entonces mi paciencia terminó.
Lo cogí
y lo mantuve un tiempo bajo el agua.
Después, el silencio fue definitivo.
Os lo puedo asegurar.
Pero, ¿acaso no debió de ser realmente así? “Todas las personas de la historia son inventadas y, sin embargo, todo ha sucedido verdaderamente” tal y como afirma el autor. Un libro para leer y hablar después.
A lo largo de 40 cortos episodios, escritos en forma de verso no rimado, con frases cortas y directas, Maria, como si fuera un diario, nos va contando su vida. Cómo se porta Koko, las visitas de sus tías y los problemas con sus esclavas, la enfermedad del abuelo, que le van a poner una institutriz para enseñarle geografía y matemáticas, cómo su padre mira a la nueva esclava, joven y guapa y cómo sufre su madre... Maria nos lo cuenta todo con su voz de niña de doce años.
Habrá quien piense que en ocasiones es excesivamente crudo:
[Habla una de las tías de Maria]
El niño de mi esclava estaba también
siempre berreando...
Insoportable.
Yo le había dicho algo tres veces,
entonces mi paciencia terminó.
Lo cogí
y lo mantuve un tiempo bajo el agua.
Después, el silencio fue definitivo.
Os lo puedo asegurar.
Pero, ¿acaso no debió de ser realmente así? “Todas las personas de la historia son inventadas y, sin embargo, todo ha sucedido verdaderamente” tal y como afirma el autor. Un libro para leer y hablar después.