FITXA
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Títol: 100 canciones de adultos para oír con niños
Autor: Susana Monteagudo y Carlos Rubio
Edició: Albuixech: Litera, 2013
Edat: libro para padres y madres
Temàtica: educación, música.
RESSENYA
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Una de las cosas que más me gustan de los libros de la editorial Litera, al menos de los tres que he tenido entre manos (
100 pelis de adultos para ver con niños,
44 poemas para leer con niños - reseña la próxima semana - y este
100 canciones de adultos para oír con niños) es la introducción; la justificación de la existencia de ese libro en particular y no cualquier otro. Contagian su entusiasmo. Convencen de sus motivos. Abren los ojos y te arrastran dentro del libro y te meten en el cuerpo las ganas de probar esas pelis, esas canciones, esos poemas, con niños, con niños de verdad. Y si no los tienes, como es mi caso, ¡casi que te entran ganas de ponerte a ello!
¿Por qué hay muchos padres y madres que renuncian a escuchar música de adultos, la música que a ellos les gusta, cuando están con sus hijos? ¿Acaso a los niños no pueden gustarles los Beatles (pero los de verdad… no los de “Beatles para bebés”), los Ramones, Muchachito Bombo Infierno o Sigur Rós?
Ofrecer a los niños otros tipos de música es aportarles una cultura rica y variada. Como la dieta. ¿Por qué limitarnos a lo más edulcorado?
[¿Acaso no defendemos esto mismo en el ámbito de la literatura infantil y juvenil?]
Hablan también en la introducción, igual que en el libro de las 100 pelis, de que no se trata de una selección de “las mejores canciones” para oír con niños, sino de una muestra de 100 canciones que han sido escogidas por niños, niños auténticos y reales. Los hijos de los autores, y probablemente los hijos de los amigos de los autores. Ellos han escogido estas canciones, y para cada una de ellas se nos explica una anécdota: si el niño la pide para ir a dormir, si es una favorita para jugar con su hermana, si cuando van en el coche la pondría tres veces seguidas, si les gusta porque la letra dice una palabrota…
Además de estas anécdotas personalizadas, cada canción lleva una breve explicación sobre la misma, y la acompaña una ilustración, de estilo esquemático y muy cercana más bien al diseño gráfico (con elementos geométricos o del lenguaje del cómic y las nuevas tecnologías, con un importante uso de la tipografía, etc…), que representa algún aspecto de la canción de manera que a los que no la conozcan no les dirá nada, pero quienes sí sepan de qué canción se trata enseguida podrán identificarla.
Que la música es riqueza y lenguaje; que como tantas otras cosas, si a nosotros nos gusta es posible que a ellos también; que si se divierten disfrutarán más; que, como con todo el ocio, algunos momentos son mejores que otros para disfrutar de la música; que es una buena idea organizar turnos de escucha; que aprovechemos las películas y los videoclips para acercar a los niños a la música; y que escuchemos las canciones nosotros antes de dárselas a ellos, porque algo que ha funcionado en una familia puede no funcionar en otra (sobre todo en temas de lenguaje y temática). Así se podrían resumir los consejos que Susana Monteagudo y Carlos Rubio nos dan en la introducción.
¿Se atreven?
[En esta lista de Spotify hemos recogido casi todas las canciones que aparecen en el libro. Cuatro no las hemos encontrado, y unas cuantas proceden de álbumes diferentes a los referenciados en el libro. De todos modos, como ellos bien dicen, ni son las mejores ni tienen por qué funcionar con sus niños. Pero quizá sea un buen lugar por el que empezar!]
FITXA 
